FAMILIAS EN ROJO
EL BANCO CENTRAL CONFIRMA LA PEOR MORA EN FAMILIAS EN 15 AÑOS
23 de agosto de 2025 10:29

El sistema financiero encendió las alarmas tras conocerse el dato de junio: el atraso en el pago de préstamos personales y tarjetas de crédito llegó a niveles récord y acumula seis meses consecutivos en ascenso.
El Banco Central confirmó que la mora en los créditos al sector privado trepó al 2,9% en junio, el nivel más alto desde enero del año pasado. Pero el dato más inquietante llegó del segmento de familias: allí la irregularidad subió al 5,2%, la cifra más elevada desde que comenzó la serie estadística en 2010.
Según la consultora Equilibra, no solo preocupa el nivel alcanzado sino la velocidad con la que crece: en promedio, el ratio histórico de morosidad de hogares fue del 3,3% en los últimos 20 años.
Créditos al consumo en jaque
El deterioro se concentra en las líneas de financiamiento destinadas al consumo:
Préstamos personales: alcanzaron una mora del 6,5%, con un salto de casi 1 punto en un mes y 2,3 puntos más que en junio de 2024.
Tarjetas de crédito: marcaron un atraso del 4,9%, medio punto por encima de mayo y 2,9 puntos más que el año pasado.
Con tasas de interés en niveles elevados, las refinanciaciones se vuelven cada vez menos accesibles. Un informe de Épyca alertó que “las familias que no llegan a pagar difícilmente puedan refinanciar sus saldos, y si lo hacen será a un costo muy alto”.
El crédito creció, pero con efecto colateral
La expansión del crédito al sector privado durante el último año y medio ayudó a dinamizar el consumo, pero ahora muestra su contracara. Entre junio de 2023 y junio de 2025:
El total del crédito privado casi se duplicó en términos reales.
Los préstamos personales crecieron cerca del 200%.
Las tarjetas de crédito aumentaron 70%.
Ese crecimiento derivó en un escenario donde más familias se endeudaron, y ahora las dificultades para cumplir con los pagos se expanden incluso hacia sectores que históricamente no mostraban atrasos, según reportó la empresa de tecnología y buró SIISA.
Impacto en la economía
Los bancos ya empezaron a tomar nota. Aunque la morosidad aún no llega a niveles críticos, algunas entidades redujeron las ofertas de financiamiento. La suba generalizada de tasas en pesos también enfría la demanda de crédito.
Ese freno puede repercutir en la actividad económica. De hecho, los préstamos a empresas, que venían creciendo con fuerza, ya anotaron una caída del 2,3% en lo que va de agosto, según GMA Capital.
Para Equilibra, el riesgo es claro: “En un contexto de tasas altas, encajes más exigentes y morosidad en alza, es probable que los bancos restrinjan aún más los préstamos. Eso podría transformar la desaceleración actual en una recesión”.
El Banco Central confirmó que la mora en los créditos al sector privado trepó al 2,9% en junio, el nivel más alto desde enero del año pasado. Pero el dato más inquietante llegó del segmento de familias: allí la irregularidad subió al 5,2%, la cifra más elevada desde que comenzó la serie estadística en 2010.
Según la consultora Equilibra, no solo preocupa el nivel alcanzado sino la velocidad con la que crece: en promedio, el ratio histórico de morosidad de hogares fue del 3,3% en los últimos 20 años.
Créditos al consumo en jaque
El deterioro se concentra en las líneas de financiamiento destinadas al consumo:
Préstamos personales: alcanzaron una mora del 6,5%, con un salto de casi 1 punto en un mes y 2,3 puntos más que en junio de 2024.
Tarjetas de crédito: marcaron un atraso del 4,9%, medio punto por encima de mayo y 2,9 puntos más que el año pasado.
Con tasas de interés en niveles elevados, las refinanciaciones se vuelven cada vez menos accesibles. Un informe de Épyca alertó que “las familias que no llegan a pagar difícilmente puedan refinanciar sus saldos, y si lo hacen será a un costo muy alto”.
El crédito creció, pero con efecto colateral
La expansión del crédito al sector privado durante el último año y medio ayudó a dinamizar el consumo, pero ahora muestra su contracara. Entre junio de 2023 y junio de 2025:
El total del crédito privado casi se duplicó en términos reales.
Los préstamos personales crecieron cerca del 200%.
Las tarjetas de crédito aumentaron 70%.
Ese crecimiento derivó en un escenario donde más familias se endeudaron, y ahora las dificultades para cumplir con los pagos se expanden incluso hacia sectores que históricamente no mostraban atrasos, según reportó la empresa de tecnología y buró SIISA.
Impacto en la economía
Los bancos ya empezaron a tomar nota. Aunque la morosidad aún no llega a niveles críticos, algunas entidades redujeron las ofertas de financiamiento. La suba generalizada de tasas en pesos también enfría la demanda de crédito.
Ese freno puede repercutir en la actividad económica. De hecho, los préstamos a empresas, que venían creciendo con fuerza, ya anotaron una caída del 2,3% en lo que va de agosto, según GMA Capital.
Para Equilibra, el riesgo es claro: “En un contexto de tasas altas, encajes más exigentes y morosidad en alza, es probable que los bancos restrinjan aún más los préstamos. Eso podría transformar la desaceleración actual en una recesión”.
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