Una compra por redes sociales derivó en una denuncia formal. La empresaria y figura mediática responde a la creciente ola de reclamos que sacude su emprendimiento digital.

En medio de su creciente incursión en el mundo empresarial, Wanda Nara quedó envuelta en una denuncia que podría afectar la imagen de su marca personal. Una mujer que asegura haber sido estafada tras comprar en la tienda online de la mediática decidió hacer pública su queja y formalizarla en Defensa al Consumidor. El caso reaviva las alarmas sobre las condiciones de venta en plataformas de comercio digital y la responsabilidad de las figuras públicas que lideran estas marcas.

La denunciante, identificada como Analía Ragonesi, afirmó haber comprado productos a través de un enlace promocionado por la propia Wanda en sus redes sociales. Según su relato, el monto superó los 140 mil pesos y la operación se realizó directamente en el sitio oficial de Wanda Nara Shop, una tienda que ofrece desde indumentaria hasta maquillaje. Sin embargo, los días pasaron sin que llegara la mercadería ni se obtuviera una respuesta por parte del servicio de atención al cliente.

"Todo lo hice por la página oficial. Pero nunca me respondieron", relató la compradora, quien también aseguró que, tras hacer público su caso, otras personas comenzaron a contactarla en privado para contar experiencias similares. Aunque muchos no se animan a denunciar, los mensajes muestran una posible tendencia que ahora empieza a visibilizarse.

Hasta el momento, la mediática sólo se expresó a través de sus redes sociales, donde negó que las acusaciones reflejen la realidad del funcionamiento de su tienda. “Hay muchas cosas que no son ciertas”, escribió en una historia de Instagram, aunque sin referirse de forma directa a Ragonesi ni al presunto incumplimiento.

La mujer damnificada acudió entonces a Defensa al Consumidor, donde inició una acción formal, reclamando la entrega del producto o el reintegro del dinero. Su decisión fue impulsada no solo por el incumplimiento puntual, sino también por el silencio mantenido por el canal de contacto de la marca, a pesar de los múltiples intentos de consulta.

Detrás de los productos, una figura mediática que despierta confianza

El reclamo pone el foco en la confianza que muchas personas depositan en las figuras públicas cuando promueven sus productos. “La gente confía en ella. Lo mínimo que espero es una respuesta”, señaló Ragonesi, que insiste en que los consumidores tienen derecho a recibir lo que compran, más aún cuando la operación se realiza en una plataforma oficial y difundida por la propia emprendedora.

En los días siguientes a su posteo, la denunciante indicó que comenzaron a multiplicarse los mensajes de apoyo. Algunas personas dijeron haber tenido experiencias similares con la tienda, aunque aún no todas formalizaron una denuncia. Ragonesi sostiene que muchas de ellas temen las repercusiones de enfrentarse a una figura pública tan conocida, pero ella decidió seguir adelante con su reclamo.

Este episodio ocurre en un momento particular de la carrera comercial de Wanda Nara, quien hace tiempo se muestra enfocada en potenciar su marca con productos de belleza, fragancias, indumentaria y accesorios, a menudo presentados por ella misma en campañas fotográficas difundidas en sus cuentas personales. La situación genera incertidumbre sobre el respaldo y la logística de la tienda digital que lleva su nombre.

La denuncia continúa su curso administrativo, mientras la presión pública crece

Con la intervención de Defensa al Consumidor, se espera que la marca brinde una respuesta concreta. Las autoridades deberán evaluar si hubo incumplimiento, analizar los términos de compra publicados en la web y determinar si corresponde una sanción o la devolución del dinero.

En paralelo, el caso vuelve a abrir el debate sobre los límites del marketing digital impulsado por influencers y celebridades. ¿Qué responsabilidad tienen cuando los productos que promocionan no llegan o generan reclamos? La legislación argentina en materia de derechos del consumidor considera responsables a quienes encabezan el emprendimiento, independientemente de si la operación se terceriza.

La situación está en etapa de análisis, y mientras Wanda Nara asegura que muchas versiones son falsas, los reclamos siguen acumulándose. Las redes sociales se transformaron en el primer canal de visibilización, pero la vía administrativa podría escalar hacia instancias legales si no hay resolución en los próximos días.

Por lo pronto, la empresaria sigue en silencio respecto a la denunciante y su caso puntual, aunque su equipo podría verse obligado a actuar si el reclamo continúa tomando dimensión pública.